miércoles, 20 de octubre de 2010

El Libro AZUL

 ¿QUE ES EL
LIBRO AZUL?

 Por más de veinte años, la Fuerza Aérea de Estados Unidos encargó la creación de diversas comisiones de encuesta para investigar, evaluar y clasificar los informes sobre objetos voladores no identificados. Cuando el Dr. Joseph Alien Hynek (1910-1986) —asesor de la Fuerza Aérea en materia de Ovnis— debía contener la avalancha de preguntas del público interesado en el tema, se encontraba, una y otra vez, con el mismo interrogante: "¿Cuándo se publicará el Libro Azul de la Aviación?". Hynek tenía que explicar que el Libro Azul no es un libro sino el nombre (Blue Book) que adoptó una oficina para el estudio de las denuncias sobre Ovnis, que funcionó en la USAF durante el período 1951-1969. Por el contrario, siempre trató de minimizar su preocupación por el problema. De todos modos, su Interés por el fenómeno Ovni fue imposible de disimular.Tres años antes —tras el primer caso de "persecución Ovni" que culminó con la muerte del capitán Thomas Mantell— habían trabajado otros tantos grupos especiales, entre los cuales se destacaron los Proyectos Sign y Grudge. Desde entonces, hasta la disolución del Proyecto Libro Azul, fueron registrados 13.134 casos. Los expertos del programa Ovni de la Fuerza Aérea —conocidos por su tenaz escepticismo— hallaron explicaciones convencionales para la mayoría de esos Informes. Pese a su empeño, 701 Informes resistieron todo intento de explicación en términos convencionales y permanecen en los archivos de la USAF con un irritante rótulo: "No identificados".
Ahora, finalmente, el público puede acceder a una documentación que fue celosámente custodiada durante más de treinta años por los militares norteamericanos y permaneció en sus archivos bajo la más alta clasificación de seguridad ("TOP SECRET"). El lector podrá entender por qué la USAF nunca mostró demasiado entusiasmo en revelar las investigaciones que realizó y por qué se Ir acusó de ocultar evidencias sot las existencia de los Ovnis.





LOS CASOS NO IDENTIFICADOS


El 15 de enero de 1948 se estableció oficialmente la Fuerza Aérea de Estados Unidos como organismo divorciado e independiente del Ejército. La principal misión de la nueva entidad era la de vigilar y proteger a esa nación desde el aire. Apenas un año antes nacía la controversia de los platillos voladores. Así fue como el Estado Mayor Conjunto decide que aquél debería ser el ámbito natural para el estudio de los informes de estas extrañas máquinas aéreas que tanto por sus características exteriores como por sus maniobras de vuelo insistían en desafiar la tecnología aeronáutica conocida hasta el momento. El 22 de enero de ese mismo año —es decir, una semana después— laUSAF orfaniza en el Centro de Inteligencia-Técnica .del Aire (ATIC), en las oficinas de la Base Aérea de Wright Patterson en Dayton, Ohio, el Proyecto Sign. Los responsables de este primer programa oficial para el estudio de los entonces denominados platillos voladores no alentaban mayores expectativas de continuidad: muchos de sus integrantes creían que el fenómeno se extinguiría tan pronto como había aparecido. El tiempo les demostró cuan equivocados estaban. En pocos meses, los encujltadores oficiales del Proyecto Sign debieron investigar docenas de observaciones efectuadas por pilotos, operadores de radar y personal militar. Hacia fines de 1948 ya habían recibido cientos de informes, tres docenas de los cuales fueron clasifi­cados como "desconocidos". Tras redactar un voluminoso expediente, elevaron a los altos mandos del arma un controvertido "informe de situación" —bajo la clasificación de seguridad "TOP SECRET"— donde se analizaba seriamente la posibilidad de que "¡os objetos aéreos puedan pertenecer a visitantes ds otro planeta". Cuando el documento llegó a manos del Jefe del* Estado Mayor de la USAF, general Hoyst S. Vandemberg, lo tacfyó de ridículo y fue destruido.
Sin embargo, los militares percibieron de inmediato que detrás de esas inquietantes denuncias se podía mover un asunto extremadamente delicado y estando en j juego nada menos que la seguridad nacional consideraron que las conclusiones apresuradas no serían admitidas. De este modo, el personal de las oficinas es trasladado y, con un nuevo plantel, nace el Proyecto Grudge. No se trataba solamente de un cambio de nombres: de ahí en adelante, la actitud "blanda" que se le adosó a quienes integraron la comisión pionera sería reemplazada por una política férrea, con la nunca reconocida —pero de todos modos evidente— finalidad de "calmar los ánimos". El nuevo proyecto apenas duró seis meses y ofreció un sumario satisfactorio para el Pentágono pero poco alentador para los desconcertados testigos, que se sumaban día a día: tras analizar 244 informes, llegaba a la conclusión de que el fenómeno de los platillos voladores no era más que el resultado de la "errónea interpretación de objetos convencionales, de una cierta forma de histeria de masas o nervios bélicos" y que "los individuos que los elaboraban lo hacían para bromear o buscar publicidad". Paradójicamente, estas declaraciones eran eclipsadas por





los propios resultados de la investigación: 56 observaciones que figuraban en los archivos como "no identificadas" le tomaban el pelo a los obstinados intentos que hacía la Fuerza Aérea por deshacerse del problema. Ya por entonces, el Dr. Joseph Alien Hynek —considerado por muchos "padre de la ovnilogía científica"— ponía a disposición de la USAF sus conocimientos astronómicos y se convertía en uno de los principales asesores de los sucesivos proyectos, incluido el Libro Azul.
Á través de una cláusula del Acta de Libertad de información (FOIA), los organismos civiles norteamericanos que se dedican al estudio del problema han conseguido recuperar millares de páginas cuyo acceso hasta ahora había sido vedado al gran público. De acuerdo con Hynek, los legajos de la aviación contienen en total




13.134 informes. Un simple catálogo de esos casos, dando tan solo sus ubicaciones geográficas, fechas, evaluaciones de la Fuerza, representa una pila de hojas que tiene casi treinta centímetros de alto. Entre ellos, el misterio de las "luces de Lubbock" fue tal vez uno de los episodios más complejos de todos cuantos debieron intentar esclarecer los oficiales de la aeronáutica. En agosto de 1951 cuatro profesores de la Universidad Técnica de Texas habían- sido testigos del asombroso paso de una serie de "formaciones de luces no identificadas". La indudable preparación de los protagonistas contribuía a crear una atmósfera de credibilidad al fenómeno en su conjunto. "Aquello cruzó el cielo con una rapidez tan increíble —comentó el profesor W. L. Ducker, director del Departamento de Ingeniería. Petrolífera de la Universidad— que calculamos su velocidad en 1.800 millas si el objeto se hubiera encontrado a una milla de altura. Si estaba a 50.000 pies, la velocidad debió ser de 18.000 millas por hora". El impresionante relato pedía a gritos su esclarecimiento. ¿Serían capaces los especialistas de la USAF de hallar una explicación de sentido común? La magnitud periodística que había alcanzado M
acontecimiento obligó al teniente Edward Ruppelt, jefe del Blue Book, a viajar a Lubbock, Texas, para entrevistar personalmente a los testigos. ¿De quiénes se trataba? Aparte del ya citado Ducker, el grupo se completaba con tres profesores de Geología, Física y de Ingeniería Química (todos ellos doctorados en Filosofía) y otros dos doctores en Matemática y Filosofía, que se sumaron luego. La noche del 25 de agosto de 1951 se encontraban sentados en el patio trasero de la casa de uno de ellos . observando meteoritos en conjunción con un estudio de micrometeo-ritos que se llevaba a cabo en la universidad. A las 21:10 horas divisaron el primer grupo de luces, que pasó sobre ellos en dirección norte-sur. Tenían la misma intensidad que una estrella brillante. El esquema de ellas era el de un semicírculo casi perfecto que contenía de 20 a 30 luces individuales. Más tarde, en la madrugada, fue observada una formación similar y, durante un período de tres semanas, divisaron doce vuelos semejantes. El Libro Azul arriesgó "que podía tratarse de "pájaros migratorios que reflejaban las luces de la ciudad" y sepultó la historia. Algunos profesores no descartaban esa posibilidad, pero otros se sintieron heridos en su orgullo.







profesional. Sin embargo, los documentos revelados con posteriori­dad no le otorgaron a la hipótesis mayor trascendencia e incluso declaran "confiable" *el testimonio fotográfico obtenido por un estu­diante de primer año de la misma Universidad. Con todo, esa explica­ción para el festival de luces desconocidas que brilló rampante sobre la noche de Lubbock fue inexplicablemente borrada del expediente de "No identificados".
Otro episodio que ha desconcertado tanto a los técnicos de la USAF como a los investigadores que se asociaron a la institución cuando el Proyecto Blue Book pasó a manos de la Universidad de Colorado había ocurrido el 11 de mayo de 1950, en una granja ubicada aló km de la localidad de McMiniville, estado de Oregon. Atardecía cuando la Sra. Trent alimentaba a sus conejos, en el exterior de la vivienda. Entre tanto, su marido, el Sr. Paul Trent, se hallaba dentro de la casa realizando algunas tareas. Eran alrededor de las 19:30, cuando la señora visualiza, procedente del nordeste, un extraño objeto brillante que se dirige hacia el oeste. Tras un primer instante de sorpresa, corre a llamar a su esposo y los dos observan el insólito artefacto
moviéndose lentamente. El Sr. Trent corre a su automóvil, donde cree haber dejado su cámara fotográfica, pero su señora le recuerda que la máquina estaba en la casa. Cuando la encuentra, apenas sale de la vivienda toma una primera fotografía del objeto, que ya se había acercado lo suficiente. En ese momento, el

testigo dijo haber sentido "como una bocanada de viento". Entonces el objeto aceleró un poco y giró hacia el noroeste. Treinta segundos después Trent toma la segunda fotografía. En su relato, el matrimonio explica que se trataba de un disco muy brillante, plateado, que no emitía ruido ni humo y parecía planear. Al cabo de unos minutos el curioso fenómeno se perdió de vista. Al principio, refirieron el incidente a algunos amigos, a quienes les pidieron discreción, "pues temían molestias con el Gobierno y disgustos con la publicidad". Sin embargo, los hechos fueron conoci­dos por la prensa y poco después, el 8 de junio, el Telephone Registrer de McMinniville publica el caso en primera plana. A los integrantes del Comité Condón les pareció interesante someter este caso a una investigación rigurosa porque, prácticamente, el fraude 'podía ser descartado: los testigos no parecían tener ningún interés en

George Adamsky (izq.) fue uno de los primeros "visionarios" que construyeron, toda una cosmogonía mesiánica. Algunos pretendieron que la USAF apoyaba secretamente sus delirios para desacreditar el tema.
Arriba, uno de los "platillos" adamskianos. A la derecha, Kenneth Arnold, testigo del primer "no identificado"
reconocido como tal por el Blue Book


Cuando el turista de Virginia registró esta imagen, mientras paseaba por una rutadeWyoming,
sólo pretendía inmortalizar en el celuloide un curioso grupo de nubes. Al revelar el rollo se encontró
con la sorpresa: una figura discoidal brillante semejante a esos platillos de ios que tanto se hablaba.
El Proyecto Libro Azul atribuyó la imagen a un reflejo en la lente. Abajo, formación de platillos con
cúpula fotografiados en Italia en el año 1960




El 16 de octubre de 1957 Ella Fortune registra esta fotografía (arriba), que en un
principio había sido descartada como una formación nubosa. Los técnicos de la Universidad de Arizona
determinaron que el objeto emitía luminosidad propia. Izq.: El 21 de octubre
de 1965 el señor Arthur Strauch fotografió este objeto discoidal. Fue analizada por la Ground Saucer Watch y no se pudo demostrar que fuera un fraude.

buscar publicidad. En un documento firmado por el Dr. William K. Hartman, de la Universidad de Colorado, llega a la conclusión de que las fotografías de los Trent "constituyen uno de los pocos informes sobre Ovnis en el cual todos los factores estudiados, ya sean geométricos, psicológicos y físicos, están en perfecto acuerdo con la hipótesis según la cual un extraordinario objeto volante plateado, metálico, en forma de disco, de unos diez metros de diámetro y evidentemente artificial, fue observado por dos testigos. No se puede decir que sea totalmente necesario eliminar la hipótesis de una maqueta, aunque sin embargo la precisión de ciertas medidas fotométricas realizadas en los negativos originales se oponga por completo a tal posibilidad de fabricación". Este informe, incluido en el estudio que llevó a cabo la Universidad de- Colorado, conocido por sus conclusiones negativas respecto de la naturaleza extraterrestre de los Ovnis, desencadenó una fuerte conmoción en los círculos platillistas por primera vez, la presunta evidencia fotográfica de un Ovni era respaldada por una investigación encargada por la Fuerza 'Aérea de Estados Unidos. Otro testimonio que los encuestadores de la Fuerza Aérea no pudieron desestimar fue el que tuvo lugar en la-ciudad de Socorro, Nuevo México, a las 17:45 horas del 24 de abril de 1964. El testigo del fenómeno había sido el comisario Lonnie Zamora y su relato era sencillamente sensacional: declaró haber observado el aterrizaje de un objeto metálico desconocido y la presencia de dos ex-
trañas criaturas en sus alrededores. El escenario de los hechos fue un sitio apartado de la ciudad, con muchas colinas y barrancos y cubierta de artemisa. El informe que suministró a la Fuerza Aérea es el siguiente: "El Sr. Zamora declaró que mientras perseguía a un coche que sobrepasaba los límites de velocidad, al norte de la US 85, oyó un estruendo y vio llamas en un área en donde sabía que existía un depósito de dinamita. Abandonó la persecución del automóvil y se dirigió adonde pensaba que había ocurrido la explosión. Tras conducir por un camino poco transitado y superar muchas dificultades para ascender hasta una colina cubierta de grava, dijo que observó lo que pensaba era un coche volcado. En ese momento estaba a ochocientos pies de distancia (unos 240 metros) del objeto y su coche se encontraba en la cima de una colina, con el objeto frente a él en un barranco. Declaró que al mirar por primera vez pudo ver una o dos figuras con unas prendas que lo cubrían casi totalmente y que supuso que eran los ocupantes del objeto. Es la única ocasión en que vio las figuras. Tras transmitir por radio al cuartel de la policía de Socorro que procedía a investigar lo que suponía era un accidente de automóvil, se dirigió con el coche hasta un punto que se encontraba a 150 pies del objeto y se apeó para continuar a pie. Dijo que el objeto era blanco, en forma ovalada o de huevo, y que parecía apoyarse en unas piernas semejantes a vigas. La Fuerza Aérea envió investigadores desde las oficinas del Proyecto Libro Azul en Wright-Patterson AFB, Ohio. Más tarde, uno de ellos, el astrónomo Donald Menzel, de la Universidad de Harvard, opinó que quizá se trató de un engaño o de una alucinación. Esta posibilidad fue inmediatamente descartada por el Dr. J. Alien Hynek, que a las pocas semanas fue destacado por la USAF para investigar el casó. En un memorándum interno, Hynek le responde al Dr. Menzel: "El mayor Quintanilla (entonces jefe del Proyecto Libro Azul) está convencido de que la observación de Socorro no es ni un fraude ni una alucinación, pero cree que pueden estar implicadas pruebas de algún objeto (maniobras bélicas, etc.). Sin embargo, nada prueba tal cosa (...) Me gustaría compartir la idea de la alucinación, y así lo haría si no fuera por las mateas y los arbustos quemados". El en­cuentro cercano con un Ovni y sus presuntos ocupantes protagonizado por el comisario Lonnie Zamora el 24 de abril de 1964 es uno de los más extraños informes

etiquetados como no identificados", y así lo testifican los archivos de la USAF.
Los investigadores comisionados por el Estado Mayor de la Fuerza Aérea para evaluar los casos Ovni también debían procurar extraer información técnica sobre las características observacionales de estos fenómenos. Así fue como el Proyecto Libro Azul eligió (entre 434 avistamientos de objetos rotulados como "desconocidos") un grupo de diez de los que estaban descritos con suficiente detalle como para poder ser usados en un intento por obtener un modelo de "platillo volador". Algunos de los casos elegidos (de los cuales sus redactores • eliminaron aquellos datos que sirvieran para identificar a los testigos) fueron los siguientes: • Dos operadores de una torre de control vieron una luz sobre el aeropuerto de una ciudad a las 20:20 horas del 20 de enero de 1951. Como en ese momento estaba despegando un avión comercial, se les pidió a los pilotos que investigaran la luz. Según comunicaron, volaba . haciendo una gran curva mientras ellos giraban para ascender. Mientras el avión observador seguía ejecutando su giro ascensional, el objeto dio una vuelta en dirección hacia éste y pasó frente a su pico. Cuando los dos hombres voltearon sus cabezas para mirarlo, el objeto apareció instantáneamente en el otro lado, volando en la misma dirección que ellos. Al cabo de dos o tres segundos se deslizó por debajo del avión y ya no lo volvieron a ver. En apariencia, era como un avión con su cuerpo en forma de cigarro y alas rectas, algo más grande que un B-59. No se observaron en las alas barquillas de motores.
• Un granjero y un jornalero estaban curando tabaco en la medianoche del 19 de julio de 1952 y, cuando miraron hacia arriba, vieron dos objetos en forma de habano. Uno de.ellos estaba suspendido, pero el otro se movió hacia el este y regresó, lapso durante el cual ambos ascendieron hasta situarse fuera del campo de visión. Ambos tenían
gases de escape en un extremo y ninguno' tenía proyecciones o protuberancias de ningún tipo. Afirmaron que parecían transparentes e iluminados desde el interior.
• Cuando un piloto y su copiloto navegaban un DC-3, a las 3:40 horas del 24 de julio de 1948, vieron un objeto que se aproximaba hacia ellos. Les pasó por la derecha y ligeramente por arriba. Luego inició una brusca ascensión, perdiéndose entre las nubes. La observación duró diez segundos. Mientras el objeto pasaba, un pasajero pudo vislumbrar un destello de luz. El objeto parecía moverse gracias a un cohete o motores a chorro y dejaba una estela de fuego de unos 50 pies en la parte posterior. Carecía de alas o de cualquier otra prolongación, pero tenía dos hileras de ventanas iluminadas.

• Un técnico de aparatos de medición, cuando se dirigía en coche desde una gran ciudad hacia una base de la Fuerza Aérea, el 22 de diciembre de 1952, a las 19:30 horas, observó un extraño objeto desde su automóvil. El aparato se movió repentinamente hacia el cénit, de izquierda a derecha y en un ángulo de 45 grados. Luego cambió de dirección y emprendió un vuelo nivelado a gran velocidad.


 Durante la mayor parte del tiempo se veía blanco, aunque pareció girar sobre sí mismo en tres oportunidades, mostrando un lado rojo. Finalmente adoptó una posición al sur del planeta Júpiter y se mantuvo a gran altitud, desde la cual se movió con rapidez hacia atrás y hacia adelante, hacia izquierda.y derecha, de manera alternativa. La observación duró 15 minutos.
• Un sargento de vuelo vio un objeto sobre una base de la Fuerza Aérea coreana a las 8:42 horas del 6 de junio de 1952. El objeto voló haciendo una serie de giros. Tenía un rumbo errático, primero volando a nivel, deteniéndose por momentos, disparándose hacia arriba, volando a nivel y de nuevo dando vueltas; luego cambió de curso y desapareció. En una ocasión un F-86 pasó entre el observador y el objeto.
Estos casos sirvieron como base para que el Proyecto Libro Azul elabore un documentado dossier. En uno de SU8 apéndices, los redactores del memorándum haceh una afirmación tajante: "Un examen crítico de las distribuciones efe las características evaluadas como DESCONOCIDAS, lleva a la conclusión de que una combinación de
los factores, principalmente las maniobras informadas de los ob­jetos y Ib'no disponibilidad de datos suplementarios como los vuelos de aviones o lanzamientos de globos, no nos permite identi­ficar como CONOCIDOS la mayor parte de los informes sobre objetos clasificados como DESCONOCIDOS."

 El pretexto preferido por la USAF para eludir revelar el carácter de su investigación —o al menos parte de la misma— ha consistido en aducir que los documentos que hacen referencia a ella contenían secretos concernientes a aparatos aéreos y artillería militar experimental, nuevos equipos avanzados de radar y su ubicación secreta, proyectiles teleguiados y bases e instalaciones militares. Los investigadores independientes que consiguieron liberar de los archivos de la aviación norteamericana este enorme caudal de información están de acuerdo con que las razones de este ocultamiento eran de "inteligencia", pero no de inteligencia militar sino de inteligencia humana. ¿Cómo decirle al público que los encargados de la vigilancia del espacio aéreo estaban siendo burlados por un fenómeno que —según las propias palabras del Arma— "no representaba ninguna amenaza para la seguridad nacional"?



 El mismo nacimiento del Proyecto Sign 2—primer antecedente del Blue Book— estuvo marcado a fuego por el espectacular equívoco que llevó al capitán de la aeronáutica Thomas Mantell a la muerte. Poco después del mediodía del 7 de enero de 1948, la Base Aérea de Camp Godman envía una orden al piloto para que continúe en el aire con su escuadrilla a fin de verificar la naturaleza de un extraño objeto que sobrevolaba el cielo de Marysville, Kentucky. La torre de control le pidió que hiciera el intento de aproximarse todo lo posible al artefacto, que había sido descrito por uno de sus compañeros como "redondo como una lágrima y por momentos fluido". Dos de los cazas advirtieron que habían alcanzado una altitud límite y regresaron
a la base. El capitán Mantell decidió continuar la persecución y anunció por radio: "Subo 6.000 metros, y si para entonces no estoy cerca, abandono la caza". Horas*después, los restos del Mustang F-15 junto al cuerpo ya sin vida de Thomas Mantell fueron hallados a varios kilómetros de la base. ¿Había sido el Ovni responsable directo del accidente? Nada de eso. Un manojo de folios recuperados del Proyecto Ovni de la Fuerza Aérea lo revela: Mantell perdió la conciencia debido a la falta de oxígeno y el aparato, siguiendo el rumbo prefijado, continuó ascendiendo hasta que la creciente altitud provocó la suficiente pérdida de energía para llevar a la nave a una trayectoria horizontal. Luego inició un descenso en espiral cerrada, y la excesiva velocidad de caída terminó por desintegrar el aparato. ¿Pero cuál era la naturaleza del objeto no identificado? Fueron elaboradas distintas hipótesis, entre ellas que el piloto había dado su vida por perseguir al planeta Venus. Lo arriesgado de esa especulación para explicar un suceso de consecuencias trágicas tan evidentes no satisfacía plenamente al personal de la Aeronáutica, y fue ésa la razón por la cual los altos mandos finalmente deciden crear en elámbito de esa fuerza el Proyecto Sign, con el declarado propósito de esclarecer el verdadero origen de los informes sobre Ovnis. Tres años más tarde se supo que la Marina había estado realizando un programa secreto que incluía globos "Sky hook". Con posterioridad, se deter­minó fehacientemente que en aquella fecha se había lanzado uno de sus


prototipos desde el aeropuerto de Clinton County, Ohio. La dirección de los vientos reveló que el globo había estado en el área de Godman en el momento de la observación. La urgencia de la USAF por resolver el enigma se acentuaba bajo la nada grata presión de una opinión pública adversa y la propia naturaleza elusiva del fenómeno. Por un lado, el carácter de algunos informes le impregnaba a los militares la irritante sensación de que una presencia misteriosa estaba desafiando —ante todo el mundo— tanto a sus hombres como a la propia tecnología aeronáutica norteamericana. Indudablemente, la temible sospecha de que los platillos voladores podían finalmente ser atribuidos a prototipos bélicos enemigos de procedencia desconocida era una corazonada justa. Esta preocupación fue constante en cada uno de los oficiales que debieron hacerse cargo del expediente Ovni. Por otro lado, un ruidoso sector del





 público.—pr.invej-p„encabezado jpor el, mayor Donald Keyhoeí luego por el físico James Me Doñald y más tarde por el converso Dr. Hynek— no dejaba de denunciar maniobras de ocultamiento, incompetencia, desinterés en efectuar una investigación científica responsable y, por último, de no saber cómo actuar frente a un problema radicalmente nuevo.
A principios de los años '50, la comisión especial de la USAF pudo comprobar que se contaban por centenares los informes de objetos no identificados causados por la generalizada confusión con distintas fuentes de error (aviones, meteoritos, planetas, estrellas, pájaros, focos .de automóviles, reflectores aéreos, fenómenos ópticos, rayos globulares, etc.), que ahora eran asociados con "platillos volantes". Esto fue abordado en una "Guía de la USAF para la Identificación de Ovnis" que para tal fin confeccionó el Centro de Inteligencia Técnica Aérea (ATIC) en los albores del enigma. De acuerdo con la Fuerza Aérea, entre 1947 y 1965, las observaciones "no identificadas" representaban el 6,4 % del total. Sin embargo, casi el 20 % de los informes permanecían sin identificar a causa de un factor externo, que a veces era justo y otras no era más que un mote que servía para sacarse de encima aquellos' casos que cónsti- ^^^^^^^^_^^^^^^^^_ tuían el verdadero dolor de cabeza:
los clasificados con el epígrafe "da- ÍMü f#t#$ fl©WMÍff
tos insuficientes". mMrmMms, ma* Im
En los archivos revelados por el Proyecto Libro Azul fueron regis- PSJiff IP©f#ffl COIBH) PH tradas centenares de fotos de su- ''■■■V-; «--n mmmtm §mím puestos Ovnis, pero ni siquiera una g¡»
fue aceptada por la Fuerza Aérea ffi&¿& V&% ^IwOflJwS*
como prueba de la existencia de un fenómeno nuevo. Si bien no pudo —^—————————
demostrar que todas las fotografías eran falsas (difícilmente hubiera podido hacerlo con el notable número de instantáneas que le eran acercados por personal militar en servicio), la Aviación catalogó a una gran cantidad de estos pretendidos documentos como sobreimpresio-nes, raspones o manchas químicas en los negativos, reflejos luminosos de aves, globos, aviones u otros objetos conocidos, etc.
El resultado de la investigación de varios casos fotográficos que habían gozado de amplia difusión cayó como un baldazo de agua . helada en pleno rostro, de los defensores a ultranza de la realidad física del fenómeno. La secuencia obtenida por el empleado del Departamento de Autopistas, Rex Heflin el 3 de agosto de 1965 en Santa Ana, California, era uno de los caballitos de batalla dilectos de

muchos ufólogos amateurs. Heflin dijo que mientras estaba inspec­cionando un cartel de señalización observó el fugaz paso de un ovni abovedado, metálico y de 9 metros de diámetro que había sobrevolado el lugar a unos70 metros de altura. Los investigadores llegaron a pensar que Heflin, ex oficial de la policía, era un testigo confiable. Pero ciertas contradicciones en su informe y el análisis de los técnicos del Libro Azul permitieron establecer que el objeto no medía más de 60 centímetros y se encontraba a unos 6 metros sobre el suelo. La evaluación fue terminante: no había sido otra cosa que una maqueta atada de un hilo. Algo parecido ocurrió cuando se conocieron las conclusiones del caso de Paul Villa, un mecánico de 49 años que aseguró haber obtenido una sensacional serie fotográfica de una refulgente nave espacial en un bosque de Albuquerque, Nuevo México, el 16 de junio de 1963. Villa no había sido un testigo casual: afirmó haber recibido precisas instrucciones telepáticas para encontrarse allí con visitantes de una lejana galaxia. Dijo que cuando tomó las fotografías del enorme disco metálico también había podido conversar con los extraterrestres. El examen de la Fuerza Aérea reveló que se trataba de un modelo de nave espacial de menos de 60

centímetros de diámetro y de unos 18 centímetros de altura suspendido delante de la cámara con un alambre. En su informe, los expertos opinaron que Villa era uno más de los tantos "contactados" sinceros que se dedicaban a falsificar "pruebas" para hacer a su historia creíble. Otro caso célebre es el del platillo de Clemens, Michigan. Cuando los



hermanos Dan y Grant Jaroslaw, entonces adolescentes, fotografiaron el 9 de enero de 1967 una maqueta de nave espacial, ambos no tenían la menor idea de lo lejos que llegarían con su broma. Convencida de que la foto era real, la madre llevó algunas copias a los diarios locales, que en seguida le dieron difusión. Al poco tiempo intervino el Proyecto Blue Book. El examen no permitió identificar el objeto y hasta el mismo Dr. Hynek, consul­tor científico de la USAF, se sintió desconcertado, informando a la prensa que el análisis no revelaba ningún engaño obvio. Honrando su tradicional moderación, la USAF no se dejó llevar por el entusiasmo de su asesor y calificó el informe como "datos insuficientes para la evaluación". Nueve años después, el caso fue cerrado cuando los hermanos. Jaroslaw confesaron que todo había sido un engaño que se




les escapó'de las manos. Otro incidente similar tuvo lugar en Inglaterra, cuando los investigadores de la Fuerza Aérea norteamericana fueron convocados por el Ministerio del Aire de aquel país para esclarecer el caso de una fotografía que mostraba cinco objetos oscuros suspendidos en el aire que habían obtenido tres jóvenes en Sheffield el 4 de marzo de 1962. Los británicos no encontraron evidencia de alteraciones en el negativo y los investigadores del Blue Book tampoco acertaron en explicar la naturaleza de los objetos, aunque sin apresurarse en confirmar su autenticidad. Diez años más tarde los bromistas, ya adultos, admitieron que los asombrosos platillos no habían sido más que una picardía adolescente: pintaron las figuras en el vidrio de una ventana.
No fueron pocas las imágenes captadas de. buena fe que, en ocasiones, exhibían objetos curiosos, aun cuando los fotógrafos no habían sido testigos de nada extraño en el momento de apretar el disparador. Tal fue el caso de la placa que tomó un turista de Virginia cuando se hallaba en camino a Wyoming,-en el año 1966. Él testigo detuvo su auto a un costado de la ruta para fotografiar un grupo de nubes que habían llamado su atención. Para reducir el brillo cubrió el obturador
de su cámara* con sus anteojos para sol. Aunque no vio nada por el visor, al revelar las copias descubrió una forma elíptica en el cielo. El análisis de la USAF determinó que bien pudo tratarse de un reflejo en la lente, argumento que fue reforzado por la ausencia de una captación visual del objeto. Fueron centenares las fotos

examinadas por los expertos del Libro Azul que mostraban formas extrañas y que los testigos atribuían a naves espaciales. En una clara noche de 1959, el astrónomo amateur Jesse Wilson decidió fotografiar la Luna a través de su telescopio. Más tarde descubrió que, una de las instantáneas había captado una hilera de 34 objetos brillantes, formando un arco y como alejándose de la Luna. Wilson hizo revisar su equipo y los técnicos no encontraron ninguna razón mecánica que explicara los puntos. Envió la foto al Blue Book y los expertos descartaron varias hipótesis. Sin embargo, consideraron que bien hubiera podido tratarse de electricidad estática en la cámara. Con todo, el fraude fotográfico es una mentira burda. El luminoso platillo que según un testigo había sobrevolado la localidad de Sloan, Nevada, en 1965, también fue objeto del atento escrutinio por parte


Arriba: El doctor Joseph A. Hynek en marzo de 1966, cuando era uno de los pilares científicos del Proyecto Blue Book. En aquella época, el astrónomo prestaba un servicio que estaba bien conceptuado por el Pentágono: explicar a toda costa la naturaleza de las observaciones de ovni. Años después protagonizó un viraje inesperado y se transformó en un consecuente defensor de la existencia de un fenómeno ovni original. El Dr. Edward U. Condón (izq.), en cambio, fue un coherente partidario de que la investigación del asunto era una pérdida de tiempo.





de los sabuesos de la USAF. Allí podía verse una clásica nave espacial dejando tras de sí una estela blanquecina. Los investigadores calificaron al fotógrafo como "honesto y sobrio", aunque ya habían comprobado algunas incoherencias en su relato. Ni la copia ni el negativo evidenciaron signos de alteración. Sin embargo, los investigadores no tardaron en descubrir que el observador era empleado de una planta de procesamiento fotográfico. Volvieron a revisar la foto y concluyeron que el objeto desconocido probablemente había sido causado por una gota de ácido que corrió sobre el negativo durante el proceso de emulsión. Otra fotografía clásica, tomada el 16 de julio de 1952 en Salem, Massachusetts, por un fotógrafo oficial de la Guardia Costera, le echó carbón a muchas especulaciones desenfrenadas. Hasta que se conoció la conclusión del Blue Book. El expediente señala que "hay pruebas suficientes para corroborar la evaluación de la foto como rene jos de fuentes lumínicas interiores."
Es también interesante observar la actitud que adoptó la Fuerza Aérea estadounidense frente a los encuentros cercanos del tercer tipo. El clásico episodio de Kelly-Hopkinsville, donde el 21 de agosto de 1955 la familia Sutton había sido asediada por un grupo de extrañas
criaturas (y a las que debieron echar a escopetazos), es tachado como fraudulento en un polémico documento interno redactado por el Mayor de la aviación John E. Albert. En su declaración, Albert asegura que una de las testigos, la señora Lenny Langford, "pertenecía a una secta religiosa de ¡os Holy Rolles y la noche en que ocurrieron los he




chos ella había asistido a un mitin religioso". En su informe agrega que sus hijos, las esposas de éstos y algunos de sus amigos "se habían puesto frenéticos, 'tornándose dese­quilibrados emocionalmente". Para los funcionarios de la USAF, la hipótesis según la cual la historia se había construido a partir de una manada de monos que escaparon de un circo ambulante gozaba de bastante verosimilitud.
Cuando el Mayor Héctor Quintanilla delega en octubre de 1966 el dossier Ovni a la Universidad de Colorado se forma una comisión investigadora que es presidida por el físico Dr. Edward U. Condón. En las actas de la reunión en que el Comité de Colorado recibe el proyecto de la USAF, el propio Dr. Condón reconoce que-semejante



decisión se había tomado como una manera elegante de sortear "las críticas sobre el comportamiento de la Fuerza Aérea, es decir, una pequeña parte de ¡a población que pensaba que la USAF estaba ocultándolos hechos..." Este proyecto existió desde octubre de 1966 hasta noviembre de 1968, y el título oficial de su informe final fue Estudio cientíñco de los objetos voladores no identificados. Acaso uno de los principales errores de la Fuerza Aérea fue conferirle a este tratado —más conocido como Informe Condón— una aureola de dictamen definitivo. En realidad, las conclusiones del documento se restringieron a señalar que "no existían evidencias válidas que apoyasen la hipótesis de que estemos recibiendo visitas extraterres-tres. Esto quiere decir que la Fuerza Aérea no había trat?do de determinar si el fenómeno Ovni merecía o no un estudio científico sino, en cambio, verificar si tales informes podían o no avalar una hipótesis dada. Para muchos investigadores^ este informe sirvió para desnudar los aspectos fantásticos de la creencia en los Ovnis asociados a la presencia de naves que nos visitan desde el espacio exterior.
Lo cierto es que el informe Condón, tal como fue interpretado
popularmente por los medios informativos, fue óptimo para los fines del Pentágono. El 17 de diciembre de 1969, el secretario de la USAF, Roben Seamans, declaró finalizado el Proyecto Libro Azul porque "no se lo puede justificar aduciendo la seguridad nacional ni los intereses de la ciencia". Para gran parte del público, la realidad de los Ovnis no
había sido más que un sueño que ahora se le escurría de las manos. Sin embargo, muchos analistas del asunto reprocharon que descartar la validez de una hipótesis (en este caso, la extraterrestre) no implicaba forzosamente negar la posibilidad de continuar investigando científicamente el fenómeno. Y esta falla en los argumentos de la Fuerza Aérea fue inocultable. Pero sea cual fuere la naturaleza de los informes Ovni, lo que para el brazo armado de la nación más poderosa del mundo ha resultado sumamente difícil de disimular fue que, desde que se fundó en 1948, su historia institucional ha sido sugestivamente atravesada por otra historia, que con el tiempo irá descorriendo sus velos y que recién ahora se empieza a conocer: la del fenómeno Ovni.

LOS GRANDES ENIGMAS |
La investigación que llevó a cabo la Fuerza Aérea
estadounidense, en muchos casos, ha dejado planteadas
más dudas que certezas. Sin embargo, de los documentos
pueden extraerse valiosas informaciones que permiten
comprender cuál ha sido la actitud del Proyecto Libro Azul.
Aquí, las explicaciones de los especialistas.


¿La Fuerza Aérea oculta más información sobre los Ovnis, aparte de la que se ha dado a conocer como resultado de la presión del público?
La acusación de que todavía existe información calificada "TOP SE-CRET" recorre toda la historia de las investigaciones que sobre el fenómeno Ovni se han efectuado no sólo en la USAF sino en torno a aquellas que han efectuado mu­chas otras dependencias del go­bierno de Estados Unidos, como los servicios secretos (CÍA, NSA, FBI, etc.) o los organismos de in­vestigación espacial, como la NASA. En la opinión del Dr. J. Alien Hynek—sin duda la más alta autoridad civil que ha "metido sus narices" en la "interna" oficial— existirían dos clases de oculta-miento: el de informaciones que hacen a la seguridad de la nación pelt —uno de los primeros res-y, en segundo lugar, el descono- ponsables del Libro Azul— hace cimiento. En uno de sus últimos la siguiente advertencia: "Es po-reportajes sostiene: "Es cierto sible que alguno de los objetos que la Fuerza Aérea no ha dado no identificados puedan ser na-a conocer toda la verdad; nunca ves espaciales de otros planetas, puede dar explicación a todos La idea de un viaje espacial ya los avistamientos. Pero en mi opi- no es tan fantástica como lo nión, lo que la USAF quiere ocul- pudo ser antes de la Segunda tar es su ignorancia, puesto que Guerra Mundial. En el estudio de frente al problema ufológico está los objetos no identificados que tan desamparada como muchos ha hecho la USAF, las naves es-científicos. Recordemos que la pacíales han recibido una seria misión de la Fuerza Aérea con- consideración. Aunque no cono-siste en vigilar el espacio aéreo cemos el aspecto que pudiera te-de Estados Unidos y protegerlo ner una nave espacial de otro frente a cualquier invasor. Sería planeta, conocemos aproxima-muy mala publicidad que tuvie- damente el aspecto que tendría ran que admitir que en este es- una nave espacial terrestre (. . .)

pació aéreo que debe vigilar existe algo de lo que no tiene noticia. . ."
¿La USAF manejaba con seriedad la posibilidad de que los Ovnis fueran naves extraterres-tres? ______________
En una evaluación interna fechada en agosto de 1952 que lleva- la firma del capitán Edward J. Rup-


SI los objetos no identificados son naves espaciales del exterior de la órbita terrestre, la extraña conducta de algunos de ellos (suspensión, vuelo con repentinos arranques de velocidad, cambio de dirección a alta velocidad, giro y aceleración repentina a alta velocidad) podría explicarse sólo por: 1) una fuente de energía desconocida en la Tierra; 2) materiales con mayor fuerza y capacidadde resistencia al calor que los conocidos en la Tierra; 3) seres físicamente superiores o robots capaces de soportar enormes fuerzas Q; 4) medios nuevos y radicales de superar la gravedad".
¿Por qué descartó la USAF la posibilidad de que se tratara de una nueva arma secreta?
En un apéndice al informe fina! preparado por la Fuerza Aérea mientras la investigación Ovni funcionaba en el ámbito del Proyecto Sign se señala que "se ha considerado la posibilidad de que estos aviones no identificados representen un progreso científico que esté más allá del nivel de conocimiento alcanzado en este país. Dado que ésta es probablemente la más adelantada de las naciones industriales de la Tierra, y que nuestro interés por los progresos científicos de todo el mundo es muy activo, sena necesario que otro país estuviera investigando y trabajando en extremo secreto en tal proyecto para haber alcanzado tan avanzado estado de desarrollo sin que se conociera nada de su existencia aquí. La única nación de la Tierra con extensos recursos técnicos y una rígida seguridad es la URSS. Una evaluación objetiva de la capacidad de los soviéticos para producir progre¿ sos técnicos tan avanzados con respecto al resto del mundo parece ser una posibilidad extremadamente remota. La mayor


parte de los progresos aeronáuticos soviéticos se han producido utilizando la experiencia de otras naciones, en algunos casos copiando casi exactamente, por lo que es muy improbable que hayan desarrollado los dispositivos de propulsión y control necesarios para realizar objetos como los descritos".
¿Cuáles fueron las primeras ideas respecto de su propulsión que sugirieron los informes; sobre Ovnis?______________^_
En un documento conocido como Report 14 existe un Interesante apéndice elaborado por G. E. Va-lley, miembro de la Junta Auxiliar Científica de la USAF, donde hace un exhaustivo análisis de distintas alternativas, basándose en un seleccionado grupo de informes que describen objetos "desconocidos" con suficiente


cantidad de detalles y proporcio- tos pudieran obedecer a las leyes nados por testigos calificados. En físicas conocidas condujo a Va-la sección B del expediente exa- lley a argüir varios medios no or-mina la posibilidad de apoyar e todoxos, pero —sostuvo— "son
todos impracticables". La única respuesta que se formuló frente a este interrogante es que, "si los objetos no son apoyados o impulsados por medios normales, no pueden ser sólidos". Sin embargo, la complejidad de estos informes parecieron llevar a Valley a un callejón sin salida. De allí a que concluyera que las observaciones en realidad podían deberse a fenómenos terrestres naturales (del tipo rayo globular), algún tipo de animal ("pese a qjue según algunos informes he


hos por pilotos el fenómeno es-El fotógrafo Stanley Dormán consiguió taba dirigido inteligentemente") esta imagen en Londres, el 24 de ° de origen alucinatorio o psicóló-
agosto de 1976. Otro "no identificado". gico.
¿Qué casos de los archivos del
impulsar un objeto sólido por me- Libro Azul parecen probar que dios inusuales teniendo en cuen- los Ovnis irradian un fuerte ta —afirma— "que algunos ob- campo electromagnético? servadores han coloreado sus
informes hablando de rayos, A fines de 1968 el Mayor Héctor chorros, haces, naves espacia- Qumtanilla deriva al Dr. Hynek un les y elementos similares". A la caso Que él consideraría no iden-luz de estos detalles pasa a estudiar los métodos de propulsión que ellos sugieren: "Mediante «rayos» o «haces» nos referimos, bien a una radiación puramente electromagnética, o mejor a una radiación que es corpuscular, como los rayos catódicos, o rayos cósmicos o haces ciclotrónicos. Ahora bien, es obvio que cualquier dispositivo impulsado o
apoyado portales medios es fundamental- Enperú, Domingo Troncoso, el 27 de mente un dispositivo de reac- julio de 1952, obtiene esta curiosa
ción". La imposibilidad de que fotografía de un "ovni humeante",
muchos desplazamientos descri- ¿Avería o trazas de su propulsión?



 tificado 'pero que el Comité CorW don "desecharía por "insustafT cia>. El 23 de noviembre de 1968 un automovilista ve una luz brillante, directamente encima del camino, a unos 60 metros delante suyo y a 20 metros sobre el suelo, justo cuando doblaba una curva del camino ^ su Ford 1967. La zona estaba escasamente poblada. No hubo objeto definido, sino solamente luz. La radio del auto quedó obstruida por la estática. La luz misma emitía hacia abajo un rayo que iluminaba los árboles cercanos. Luego la luz fue recogida como si el rayo fuese una escalera retráctil. Entonces el motor se detuvo, como antes la radio. La luz principal se veía titilante, con un arco subtendido de varios grados. Al cabo de algunos segundos la luz desapareció, elevándose en línea recta. El motor se puso en marcha solo. Muchos otros testimonios contenidos en los informes refieren este tipo de conductas, que afectaron tanto a sus propios vehículos como a aparatos eléctricos expuestos a las proximidades de un objeto volador no identificado.
¿Por qué la NASA negó su com­petencia para investigar los ca­sos de Ovnis?
Antes de acceder al poder, el pre­sidente Jimmy Canter había prometido que daría precisas instruc-
ciones a la NASA para que estudiara a fondo el problema de los Ovnis. Finalmente, la promesa no se cumplió. De acuerdo con la opinión de distintos analistas,.; la NASA se habría rehusado a ges^ tionar esta petición del Presidente por razones puramente políti-

cas. El organismo adujo no tener A propósito de las observacio-competencia para estudiar tales nes sobre Ovnis que habían te-fenómenos porque su campo de nido lugar en Estados Unidos en actividades se limitaba a otros julio de 1952, existe un me-terrenos. Por otra parte, para lie- morándum de la Fuerza Aérea, var a cabo un proyecto de esa firmado por un tal Edward Tauss
y dirigido al vicedirector asistente de la CÍA, que es bastante revelador respecto de la actitud que mantuvieron los servicios de inteligencia a lo largo de toda la historia de la investigación oficial de estos fenómenos: "Se recomienda a la CÍA que continúe supervisando el asunto junto a las autoridades competentes. Se recomienda enérgicamente que la prensa y el público no tengan conocimiento de este hecho, en virtud de la tendencia del público a considerar que la  participación de la CÍA confirma envergadura, debería disDoner las versiones publicadas y que de un apoyo financiero excesi- todavía están siendo estudiadas vamente alto y que, a la postre, Por el gobierno americano . La se transoformaría en una nueva IB talmente, termino encarga para esa institución, que tetándose del compromiso de la suele manejarse con los apreta- C,A en las investigaciones y di-dos presupuestos que se regu- H las sospechas -aun no lan desde el Congreso de Esta- confirmadas- al publico. Es dos Unidos. Los centros de Probable que en función de es-investigación Ovni civiles, sin tos lochos fuese formado en embargo, han tenido acceso a 1953 el Panel Robertson de m-un enorme caudal de informa- vestigaciones sobre Ovnis, que ción sobre las presuntas observaciones de objetos no identificados hechas por \o--astronautas en el espacio exterior que la NASA, al parecer, no tuvo mayores inconvenientes en hacer público. ¿ *
¿Cuál fue el rol que ocupó la CÍA en el curso de las investigaciones del Proyecto Libro Azul? ¿Tienen los Ovnis un "potencial subversivo", como lo calificó el Panel Robertson?






publicó un informe con resultados negativos y que luego cesó sus actividades. No se conoce lo que el Panel Robertson descubrió, pero sea lo que fuere, provocó temor en cuanto "al potencial sobversivo de los Ovnis". ¿Aludían los integrantes de ese panel oficial a que una creencia extendida en los Ovnis podría ejercer una poderosa influencia en el público y ser manipulada por ciertos grupos interesados en imponer determinados cultos o ideologías? El diagnóstico presentado no se refería precisamente a un predicamento tan sutil. En su informe infieren que "la persistente insistencia en comunicar estos fenómenos sí redunda, en estas épocas tan peligrosas, en una amenaza para el funcionamiento ordenado de los órganos que protegen el sistema político". El documento se-guía así: "Citamos como ejemplos la obstrucción de los canales de comunicación, el riesgo de verse llevados —por las continuas falsas alarmas— a desconoce* verdaderos indicios de acciones hostiles, y el fomento de una psicología nacional morbosa en la cual una propaganda hostil hábil podría inducir comportamwnto h/SjQJ co y perjudicial desconfianza hacia la autoridad legítimamente constituida".
¿Ven los astrónomos Ovnis?
En un informe especial con fecha 6 de agosto de 1952 preparado por el Dr. Joseph Alien Hynek a pedido del Centro de Inteligencia Técnica del Aire (ATIC), describía los resultados de una serie de entrevistas que mantuvo con astrónomos durante un encuentro organizado en junio del mismo año por la Sociedad Astronómica Americana



 en Victoria, British Columbia. En el documento no sólo se exponen las opiniones de 45 de estos experimentados científicos sino que incluye ei relato de 5 de ellos que manifestaron haber sido testigos de objetos aéreos que no pudieron identificar. El Dr. Hynek hacía notar que, entre los astrónomos, el porcentaje de no identificados era más alto de lo que cabía esperar en la  población media. En aquella época



Hynek comprobó que "la actitud
de la gran mayoría de ellos ni era para ia fecha en que redactó el hostil ni estaba abiertamente m- ¡nforme a pedido del ATIC, el Dr. teresada; en general, pensaban Hynek —el mismo astrónomo que se trataba de visiones equi- profesional por la Universidad vocadas de objetos conocidos y d'e) Estado de Ohio— era un ab-que no hay nada intrínseco en la so|uto escéptico de la cuestión, situación que pueda causar aunque creía que había que dar-preocupación". Sin embargo, |e consideración de problema agregaba que "algunas de sus científico. En el curso de sus in-observaciones eran verdadera- vestigaciones posteriores fue mente sorprendentes y no expli- cambiando paulatinamente de cables del todo". Cabe notar que act¡tud hasta que terminó convencido de que los informes sobre Ovnis estaban revelando "un fenómeno nuevo, distinto de lo conocido ".
¿Oculta el gobierno norteamericano una nave y sus tripulantes?___________________
Si bien durante años esta ver- . sión circuló por los ambientes platillistas sin estar respaldada por informaciones comprobadas, desde 1987 han comenzado a divulgarse unos presuntos documentos oficiales que hacen expresa alusión a los expuestos.
¿Es verdad que la Fuerza Aérea oculta un platillo accidentado y los cadáveres de sus tripulantes?



Esta versión corrió con mucha relación con una tecnología desinsistencia a inicios de la década conocida. Más bien, al contrario, del '50 a raíz del popular "inci- informan que todos aquellos ru-dente Roswell", cuando un gran- mores se basaron en accidentes jero de esa localidad, el 14 de aeronáuticos (tanto militares o junio de 1947, denuncia a las civiles) que pudieron ser feha-autoridades haber descubierto cientemente explicados. Para los los restos de un presunto "plati- ufólogos, por cierto, estos argu-llo estrellado", mientras cabal- mentos son insuficientes ya que, gaba por su campo. Este fue uno piensan, la Fuerza Aérea nunca de los primeros casos "delica- revelará la existencia de estas dos" que debió enfrentar la evidencias aún cuando las posea. Fuerza Aérea durante la etapa Lo cierto es que, desde el inicio del Proyecto Sign. Tras algunas de la leyenda de los platillos es-dilaciones, la USAF finalmente trellados hasta hoy, nunca ha sur-comunicó que el descubrimiento gido un dato revelador y sí, en del ranchero no había sido otra cambio, cantidades de falsos do-cosa que los despojos de un dis- cumentos y testimonios fabrica-positivo aeronáutico que se había dos. Los presuntos documentos desprendido de un globo de in- "MJ-12" —que tanto han dado vestigaciones. Ninguno de los do- que hablar a los círculos de afi-cumentos oficiales conocidos que cionados al misterio de los Ov-han pertenecido al Proyecto Libro nis— formaron también parte de Azul dan claras indicaciones de ese gran fiasco y casi ya no queque éste (u otros episodios ocu- da ningún investigador serio que rridos con posterioridad) tuviera defienda su autenticidad.

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